sábado, 3 de agosto de 2013

Las movilizaciones en el mundo y la conciencia revolucionaria

Las movilizaciones en el mundo y la conciencia revolucionaria A medida que se suceden las movilizaciones los propios movilizados se pregunta más y más ¿Y a donde vamos? ¿Cómo obtener una verdadera victoria? ¿Cómo garantizamos que no se revierta la victoria, en caso de lograrla? La respuesta a esto puede ser variada. Nunca va a ser la correcta en su totalidad, porque sin teoría no se puede actuar sin errores. Necesariamente habrá grandes errores. Espontáneos o inducidos por el poder capitalista. Y el poder capitalista no perdonará estos errores, e intentará por todos los medios convertir la lucha del pueblo en derrota, aprovechando su empirismo y su falta de teoría. La teoría es una palabra muy devaluada, y no por casualidad, al poder le interesa sobremanera esa devaluación, y durante siglos actuó en ese sentido. La teoría no es algo abstracto, el constructo del constructo, alejado de la realidad. Por el contrario, en palabras de Engels, la teoría es experiencia acumulada. Pero una experiencia acumulada histórica. Y una experiencia acumulada implica que hubo personas que se tomaron el trabajo de acumularla, ordenarla, incorporarla a la conciencia, y racionalizarla. Si esto no se hace, lo único que existe es la experiencia acumulada de masas, que tiene además de sus ventajas imprescindibles, sus faltantes que la llevan a no garantizar la victoria. Las ventajas es que las masas sólo elevan su conciencia por experiencias de masas, no como pueden hacerlo los intelectuales revolucionarios por medio del estudio. Pero elevar la conciencia solamente por experiencias de masas implica necesariamente muchas derrotas de esas experiencias de masas. Y también implica inevitablemente deformaciones de esa conciencia, porque es el poder capitalista el que se encarga de hacerlo por múltiples mecanismos, al no encontrar oposición en la ayuda a la elevación de la conciencia que es la tarea del partido revolucionario, de explicar incansablemente a las masas todos los aspectos del capitalismo. Es la combinación de la experiencia de masas y la tarea explicativa del partido lo que eleva realmente la conciencia política del proletariado y del conjunto de las masas a conciencia revolucionaria. Esto último, la elevación de la conciencia de las masas, se hace en forma natural principalmente a través del proletariado. Esto es lo que falta en Egipto, en todo el mundo árabe, y en el resto del mundo, tarea que corresponde exclusivamente al partido revolucionario y que ya fuera explicada por Lenin en el ¿Qué hacer? Es esa ausencia de la actividad revolucionaria de la izquierda actual un obstáculo insalvable para que las grandes movilizaciones de masas se transformen en verdaderas revoluciones proletarias. Carlos A. Larriera 3.8.13

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