Presidenta
Cristina y periodista Zlotogwiazda:
¿Se
cae o no el mundo?
El
comentario de la Presidenta está en línea en buena medida con la situación
internacional, mientras que la posición de
Zlotogwiazda revela poco conocimiento de los alcances de la crisis capitalista
mundial.
Ni la
Presidenta ni este periodista se basan en el socialismo científico, pero
mientras Cristina está atenta a los datos de la realidad, el conductor del
programa La vuelta de Zloto se limita
a reproducir las poco confiables estadísticas difundidas por los economistas
ortodoxos, agentes del capital concentrado internacional.
De
acuerdo al socialismo científico la crisis mundial se debe fundamentalmente a
la tendencia a la baja de la tasa de ganancia, que se manifiesta en forma
extrema en los países llamados desarrollados. Más que tendencia a la baja ésta
se puede considerar hoy una realidad que se agrava día a día.
A
medida que se desarrolla el capital, la tendencia a la concentración y
centralización es una dinámica normal bajo el capitalismo. Sucede
inevitablemente en todo lugar en que el capital va alcanzando diversos grados
de crecimiento. Esto es así porque la concentración es, en última instancia, la
única forma de evitar la baja de la tasa de ganancia. Obviamente sólo lo evitan
quienes salen triunfantes en esta concentración. Porque en toda concentración
hay grandes capitales que quiebran y desaparecen del mercado. Su ganancia pasa
a ser la ganancia de los triunfadores en la concentración.
La ola
de fusiones, absorciones o adquisiciones de empresas, por su enorme dimensión,
certifica el tamaño de esta concentración.
Y es
tan grande la baja de la tasa de ganancia en la producción, que las empresas
industriales y comerciales recurren a través de bancos y financieras de
distinto tipo a la especulación en gran escala, a la búsqueda de obtener dinero
con dinero, sin relación con el proceso de producción. Ese capital ficticio es
por lo menos diez veces mayor que el capital real dedicado a la industria. Frente
a la baja de la tasa de ganancia en la producción y la crisis de
sobreproducción derivada de ella, las empresas de todo género recurren masivamente
a la especulación. Pero el dinero producido por esta vía es capital ficticio
que tarde o temprano debe ajustarse al nivel del capital real, el capital
productivo. Esto es así porque el capitalismo está regido por la ley del valor.
Toda
esta inmensa burbuja, este capital ficticio, tarde o temprano tiene que
estallar. Hace décadas que viene estallando parcialmente, en todas las crisis
que se vienen produciendo, donde quedan tendales de empresas en el camino, y
multitud de empresas y personas ven devaluado su capital.
Si la
burbuja no ha estallado masivamente se debe al conjunto de condiciones
políticas y militares que sostiene artificialmente el actual estado de cosas.
Pero éste no se puede mantener indefinidamente, y todo indica que no se
mantendrá por mucho tiempo más. Del lado económico el estallido se puede
postergar porque ya no estamos en un sistema capitalista de más o menos libre
competencia, sino en un capitalismo oligopólico que puede, hasta cierto punto y
provisoriamente en el tiempo, mantener los precios artificialmente altos así
como su participación dominante en el mercado.
Obviamente
no se puede predecir cómo se va a ajustar el capital ficticio al nivel del
capital productivo, que es el capital real, y si ese ajuste será de una sola
vez, un estallido global, o por la sumatoria de estallidos parciales. Tampoco
se puede predecir si se producirá en los próximos meses, o en los próximos
años. Pero lo que es seguro es que sucederá inevitablemente y todo indica que
no será dentro de mucho tiempo.
Carlos
A. Larriera
17.5.2015
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