Las
consecuencias político electorales del caso Nisman son por el momento
inciertas. Habrá que ver cómo se van desarrollando los acontecimientos para
tener un panorama más o menos claro. Esta nota fue escrita antes de la muerte
del fiscal Alberto Nisman, pero de cualquier manera sus planteos generales
siguen teniendo vigencia.
Scioli
siempre ha sido un caballo de Troya dentro del Frente para la Victoria. Es
evidente su identificación profunda con los intereses del capital concentrado y
centralizado internacional. No necesariamente esto quiere decir que se oponga a
las mejoras sociales realizadas durante la última década. Pero Scioli nunca las
hubiera realizado si hubiera sido presidente. La razón fundamental es que es un
centrista estructural. No hubiera cruzado la línea que marca el capital
concentrado y centralizado internacional (CCyC), no hubiera realizado ninguna
reforma que no contara con su tolerancia. Actúa como si creyera que se puede
mejorar el nivel de vida de la población y al mismo tiempo acordar con las
exigencias del CCyC.
Uno de
los pilares de la gestión de este gobierno es la inversión en infraestructura.
Desde el ministerio de planificación de De Vido se han realizado enormes
inversiones en electricidad, agua potable, cloacas, carreteras y muchas otras.
El Ministerio de Planificación ha realizado estas obras mediante acuerdos
económicos con los distintos gobernadores e intendentes. El crecimiento de
provincias como Entre Ríos, Chaco o Santiago del Estero es un fiel testimonio
de esta colaboración. En proporción las obras hechas en la Provincia de Buenos
Aires en la última década son marcadamente menores. Lo menos que se puede decir
es que Scioli ha desaprovechado una oportunidad muy importante.
En el
FPV saben quién es Scioli, saben que si gana en las PASO su gobierno irá
cediendo al CCyC y se irán perdiendo todas las mejoras conseguidas. Por eso
todos los que creen en el llamado proyecto kirchnerista no quieren que gane
Scioli en las PASO.
El CCyC
como siempre apuesta a varios candidatos y espera a ver quién se perfila mejor
para darle su apoyo total, fundamentalmente económico y de clase. Macri y Massa
por fuera del FPV y Scioli por dentro. Si gana Macri las elecciones, se volverá
rápidamente para atrás con todas las reformas y el CCyC avanzará con igual
rapidez. Pero el CCyC tiene que prever que ni Macri ni Massa junten suficientes
votos. En ese caso necesitarán de Scioli. Necesitarán que Scioli gane las PASO.
El FPV
más identificado con el “proyecto” tratará de impedir que Scioli gane las PASO.
Pero Cristina sabe muy bien que sería contraproducente un enfrentamiento
directo con Scioli. Scioli podría llevarse una parte considerable de los votos
del FPV. Y además una “guerra” con Scioli podría ser vista por la base
kirchnerista como una batalla de intereses, lo que provocaría desconcierto y
desaliento, y además las amplias capas del pueblo que adhieren al FPV se verían
desorientadas ante un candidato del FPV que en el gobierno vuelve para atrás
las reformas logradas. Por eso Cristina en su último discurso al decir que “no
basta con los colores” estaba emplazando a Scioli a que se definiera claramente
y se comprometiera expresamente y al mismo tiempo diciéndole a todo el FPV que
había que desenmascarar a Scioli. La táctica es excelente porque busca que se
evidencie que Scioli es de otro proyecto y por lo tanto no es que se lo eche
del FPV sino que él se va, que él ya está afuera por decisión propia. De esta
manera se busca que Scioli se quede sin base en el FPV, que la mayoría tome
nota que tiene otro proyecto. Si esto se logra un candidato comprometido con el
proyecto sería el que ganara en las PASO del FPV y Scioli quedaría naturalmente
afuera.
La
clave de todo esto es que en el momento de las PASO la inmensa mayoría de los
potenciales votantes de Scioli hayan tomado nota de que éste no va a defender
el “proyecto”, que con Scioli se irán perdiendo las mejoras logradas.
Si
esto se lograra, si poco antes de las PASO se supiera que Scioli no gana porque
las bases kirchneristas tomaron conciencia de su verdadera política, el CCyC
(sus representantes Macri, Massa, y FAUNEN) muy posiblemente tratarían de
volcar todos su votos en la PASO del FPV para lograr que gane Scioli.
Lamentablemente
la estructura de las PASO permite que esto pueda suceder. Cualquier ciudadano
puede votar en las PASO de cualquier partido, a condición de que no vote en las
PASO del resto de los partidos. Algo totalmente antidemocrático pues permitiría
aberraciones como, por ejemplo, que los votantes del PRO decidan qué candidato
va a ir en el FIT (Frente de izquierda y los trabajadores). La derecha, la
representante política del CCyCI, puede muy bien enviar a sus simpatizantes a
votar en la interna del FPV. No podrían votar en las paso de la propia derecha,
es decir en las PASO del PRO (Macri), del Frente Renovador (Massa) ni del
FAUNEN, pero garantizarían a Scioli como candidato del CCyCI.
¿Qué
se podría hacer en ese caso? Concientizar de la maniobra a todos los que no
quieren que se vuelta atrás en las mejoras logradas en la última década para
que concurran masivamente a votar en
las PASO del FPV al candidato más fiel al “proyecto”. Crear clara conciencia de que es en las PASO donde realmente se define
la votación presidencial.
¿Qué
se podría hacer si, a pesar de todo, los votos de la derecha defensora del
CCyCI logran que gane Scioli? En primer lugar concientizar a toda la población
de que ha sido una maniobra de la derecha. Que en ese caso no habrán sido los
simpatizantes del FPV los que le habrán dado los votos suficientes a Scioli.
En segundo
lugar concientizar a la población para que defienda en la calle y en todas las
instancias posibles las mejoras logradas bajo el kirchnerismo.
Carlos
A. Larriera
26.1.15
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