¿Estamos en una derecha democrática, compasiva y continuadora de
políticas sociales?
El
artículo de José Natanson El macrismo no
es un golpe de suerte publicado en Página
12 el 17.8.2017 tiene una cara positiva y otra profundamente negativa.
La parte
positiva es que se pone el acento en la efectividad del discurso del macrismo, siguiendo
las indicaciones de Durán Barba y otros publicistas, mencionando los sectores
sociales en los que este discurso puede influir, señalando que intentan crear
una nueva ideología, y que se apoyan discursivamente en hechos como el
narcotráfico, irresuelto en el gobierno anterior, tarea imposible dentro del
capitalismo.
Hace tiempo
que es necesario poner en primer plano
lo peligroso y efectivo de este discurso porque hasta ahora no ha habido clara
conciencia de su peligrosidad ni se ha trabajado con suficiente eficacia —aunque
hay destacadas excepciones— en la elaboración y difusión de un contra discurso
específicamente direccionado a desarmar su capacidad de influenciar explicando
su falsedad. Aunque esto es extremadamente difícil de lograr frente al
cuasimonopolio mediático que trasmite este discurso, sostiene al gobierno e
invisibiliza todas sus medidas regresivas.
Adjudicar
a ese discurso la causa principal de los triunfos electorales del macrismo es
exagerado, no se corresponde con la realidad, y enmascara —aunque sea
involuntariamente— razones más importantes que están detrás de los resultados
electorales.
Lo más
negativo de este artículo se pone en evidencia en frases como “expresa una nueva derecha: democrática,
dispuesta a marcar diferencias económicas con la derecha noventista, y socialmente
no inclusiva pero sí compasiva.”, o “El
de Macri es un neoliberalismo desregulador, aperturista, anti-industrialista y,
por supuesto, socialmente regresivo, pero no privatizador ni anti-estatista.”,
o “pero es una derecha democrática y
renovada”.
Aunque
tiene frases que intentan relativizar estas posiciones, como, por ejemplo, “Pero el objetivo de esta nota no es
denunciar la simulación de Cambiemos ni desnudar la oscuridad de su alma
verdadera sino entender por qué sus propuestas resultan convincentes, indagar
los motivos profundos de su eficacia, entender por qué funciona.”, o “(la manipulación del escrutinio bonaerense
desmiente este supuesto higienismo)”. El sentido general del artículo
tiende a presentar al macrismo como democrático, aunque de derecha, una contradicción
en los términos. Habría que explicar qué es una derecha democrática. Porque si
es un gobierno de derecha es la defensa de los intereses de una minoría
enriquecida contra el conjunto del pueblo, de manera que nunca puede ser “democrática”
si se toma este término en un sentido aunque sea aproximado al de una verdadera democracia. Lo negativo de
esta enunciación es que califica al gobierno de Macri como democrático, lo cual se contrapone con todos los datos de la
realidad. Cuando lo que hay que denunciar es que este gobierno es una dictadura
en cuotas, un experimento nuevo en la historia mundial que consiste en ejercer
el gobierno como una dictadura militar, en la que se van anulando todos los
derechos civiles y democráticos, pero manteniendo lejanamente las formas de una democracia burguesa.
Que el
discurso del macrismo sea efectivo y hay que tomar buena nota de ello es
totalmente cierto. Pero que implique que
sea una variante de derecha de la democracia,
que sea compasiva, que no repita el
noventismo —cuando en realidad es una versión corregida y aumentada del mismo— es
irremediablemente un engaño al lector, cuando lo que se necesita hacer
perentoriamente, superando el discurso macrista, es revelar la verdadera
naturaleza del macrismo, sus verdaderos objetivos, las causas materiales de su
política, y el grado de represión que está dispuesto a desarrollar para
conseguir sus objetivos.
Frente a
las revelaciones cada día más amplias y fundamentadas del tremendo fraude
realizado por el gobierno que pone en evidencia que CFK ganó por un amplio
margen no es serio afirmar que todo el mérito del triunfo electoral del
macrismo se basa fundamentalmente en su discurso.
No hay
forma, por más buena voluntad que se tenga, de interpretar este artículo meramente
como destinado a desnudar la eficacia del discurso macrista.
El artículo
no se basa en las causas económicas, materiales de las políticas del macrismo
ni del kirchnerismo. Desde el lugar en que se sitúa es inevitable que hable
solamente de factores políticos básicamente supeestructurales, y se pierda la
conciencia de los verdaderos intereses en juego, aunque el discurso macrista
tenga efectos concretos en distintos sectores de la población.
Las
críticas que se pueden hacer son innumerables, superan la extensión razonable
de este artículo. Lo que sigue pretende ser un resumen sucinto de muchas de
ellas, sin necesariamente vernos obligados a citar frases específicas.
No se
puede afirmar a priori que la preocupación por el narcotráfico supera la
preocupación por el aumento de la pobreza, el desempleo, la miseria, la
suspensión o rebaja de gran parte del pago de los medicamentos a los jubilados,
la baja de la capacidad de compra de las jubilaciones al ajustarse por debajo
de la inflación, el cierre masivo de PyMES, y tantos otros retrocesos en curso
de manos de este gobierno.
Las
crecientes y fundadas denuncias de fraude que implican que en realidad ha existido
un amplio triunfo de Cristina Kirchner (CFK) en la provincia así lo demuestran.
No es
cierto que el macrismo haya decidido
prolongar la AUH, las jubilaciones, las cooperativas, etc., lo que pasa es que
no puede darlas de baja de un solo golpe porque no tiene la relación de fuerzas
suficiente, ante las masivas movilizaciones en contra de sus medidas
regresivas. Pero las está desmantelando, sin dudas. Lo mismo se aplica a la
privatización de las escuelas, de los hospitales, etc., ¿Cómo puede ser que
esto no se vea? ¿O es que se ve pero se expresa mal? Pero al decir “el gobierno ha decidido prolongar el
generoso entramado de políticas sociales” está muy claro que se afirma que no está en los planes del
gobierno desmantelarlas.
Es
cierto que “si se hubiera comportado de
otro modo probablemente no hubiera ganado todas las elecciones porteñas desde
2007 y quizá tampoco la Presidencia”, aunque sin “quizá”, pero entonces no
se puede afirmar “ha decidido prolongar…”,
esta es una afirmación de una voluntad expresa, no hay forma de interpretarlo
de otro modo.
El hecho
de que las masas agitaran “Macri basura/vos
sos la dictadura” no puede tomarse como que el kirchnerismo reducía su
visión a esa verdad. Se ignora o se pasa por alto que en el peronismo conviven
sectores de la burguesía y gran burguesía, que desde los ’70 se incorpora una buena
parte de la clase media, y que en todas sus etapas incluyó a gran parte de la
clase obrera. El aparato del PJ responde al capital, al igual que la
superestructura del radicalismo. El gobierno de CFK representa las aspiraciones
de una gran parte de la clase media progresista de elevar el nivel de vida de
la población, con las limitaciones de intentarlo dentro del capitalismo y sin
permitir el protagonismo de la clase obrera. El peronismo de Perón podía ser
denominado, con grandes reservas, nacional y popular, pero el kirchnerismo, también
con reservas, se puede considerar nacional, popular y democrático. Y los intereses estratégicos de la clase obrera no se ven representados
adecuadamente en el peronismo, aunque pertenece a él en gran medida por falta
de una alternativa mejor, la cual debería aportar la izquierda, pero que en los
hechos está muy lejos de ayudar a la clase obrera a incorporarse a la lucha política.
Esta
visión de bases materialistas, no es la visión, evidentemente, de este artículo,
que pone en una misma bolsa a todos los sectores del peronismo. Lo que está
ausente en este relato son los intereses materiales del verdadero poder en este
gobierno, que es el capital concentrado y centralizado internacional (CCyCI)
que por sus necesidades de saqueo mundial no puede ser nunca una “derecha democrática”.
¿Cómo se
puede hablar de democrática aunque se
le agregue de derecha frente a la monstruosidad
que han estado haciendo con Milagro Sala y la desaparición forzada de Santiago
Maldonado? A lo que hay que agregar la acción cada vez más represiva de la
gendarmería, sustituyendo cada vez más el rol del aparato militar y para-militar
de la última dictadura. Tampoco se pueden ignorar los permanentes ensayos
represivos del gobierno, buscando asustar y desanimar la resistencia social.
Numerosos casos, como la represión a los docentes cuando instalaron la escuela
itinerante así lo atestiguan.
El nivel
represivo que se ha ejercido sobre Milagro Sala, salteando todas las normas
institucionales vigentes, es un verdadero paradigma de la política del conjunto
del gobierno nacional y no solamente del gobernador Morales.
La Tupac
Amaru dirigida por Milagro Sala ha hecho una obra social monumental, en base al
trabajo, al sudor y al esfuerzo de todos sus integrantes, creando cooperativas
de vivienda que ha construido barrios enteros, y fábricas textiles, metalúrgicas,
de bloques de cemento, de adoquines, piletas, anfiteatro para espectáculos
infantiles, plazas con mesas y sillas, etc., etc.[1]
Muchos militantes del trabajo barrial en otras provincias se han acercado a la
Tupac para aprender cómo han logrado hacer y siguen haciendo semejante obra.
Morales ha dicho que con Milagro libre no puede gobernar. Y tiene razón, ¿cómo
va a gobernar frente a un movimiento social que realiza todas las obras que el
gobierno debería realizar y no realiza, y no tiene intenciones de realizar
porque obedece a otros intereses que son los capitalistas? Y que la Tupac es un
problema nacional para el conjunto del
capital concentrado lo prueba el hecho de que se estaba extendiendo cada vez más
a otras provincias. Esto se contrapone con la política del gobierno de
desmantelar todas las reformas que han favorecido el nivel de vida de gran
parte de la población, eliminar toda redistribución del ingreso, y utilizar el
aparato del Estado y los recursos impositivos para financiar y subsidiar al
CCyCI. Y para esto necesita un nivel de
represión de proporciones muy grandes.
Santiago
Maldonado es un desaparecido por obra del aparato del Estado. Toda la lucha por
su aparición con vida es fundamental y debe continuarse y aumentarse hasta
conseguir efectivamente su aparición con vida. Ésta lucha es en primer lugar
por Santiago Maldonado, pero también para resguardar la vida y la libertad de
todo el pueblo en el presente y en el futuro.
Teniendo
en cuenta todo esto ¿cómo se puede hablar de “derecha democrática”, realizando
todo un discurso que está atravesado explícita o implícitamente por esa misma
idea?
Cómo se
puede hablar así cuando este gobierno ha violado todas las normas institucionales
vigentes hasta su asunción, que ni siquiera son verdaderamente democráticas,
sino democrático burguesas, con todas las restricciones que esto implica. Los
ejemplos de esta política gubernamental son innumerables: la anulación con
simples decretos de gran parte de las leyes votadas por el parlamento en el
gobierno anterior, la presión sobre el poder judicial, la destitución de un
miembro del Consejo de la Magistratura producida en estos días, la aprobación
de la Corte Suprema del 2x1 a los genocidas, etc., etc.
La
anulación uno por uno de todos los derechos es la política de este gobierno,
que no es una alternativa democrática de derecha,
sino que es una paulatina instauración de la más autoritaria de las dictaduras.
Carlos
A. Larriera
18.8.2017
[1]
Datos obtenidos del libro Milagro Sala de Sandra Russo, del año
2010, de lectura obligatoria. Ver entre otras págs. 134 a 138. A la fecha de la
detención de Milagro Sala seguramente habrían desarrollado muchos más
emprendimientos. El gobierno de Morales está destruyendo toda esta obra.
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